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Emigrar no estaba en mis planes, pero el destino cambió

Nombre: D.C.
Edad: 45
País: Estados Unidos de América.
Por medio de estas líneas les contaré resumidamente mi experiencia de como tomé la decisión de venirme a Estados Unidos. Mi motivo principal fue acompañar a mi madre en su proceso de partida de este plano, debido a la lucha sostenida durante quince años con cáncer y su posterior metástasis. A finales del 2017 los médicos solo le daban 1 mes de vida. 

El 16 de Enero 2018 me despedí de mis afectos en Venezuela (Hijo, Novia, Padre, la madre de mi hijo y su núcleo familiar), me vine con unas preponderantes muy vagas, totalmente distintas a las que hoy tengo. Jamás imaginé que con el tiempo las circunstancias iban a cambiar como lo han hecho hasta hoy. Mis expectativas básicas eran aprender inglés o ampliar un poco los escasos conocimientos que tengo y tal vez conseguir un trabajo para regresar a Venezuela con algo de dinero en unos cuatro meses. 

En migración en Miami me dieron permiso sellado por 6 meses y la funcionaria me comunicó que podía solicitar una extensión del mismo si la salud de mi madre empeoraba en el tiempo y su partida demoraba más de lo previsto. Fue entonces cuando comencé a sopesar las razones preponderantes que me llevaron a una verdadera contradicción emocional. Me recibió mi hermana y una espléndida nevada que no esperaba, ni quería vivir. En la casa de mi hermana todos estaban alegres por la nevada, a excepción de mi madre y yo. La partida de mi madre se prolongó por 6 meses (mucho más de lo que los médicos habían estimado) por lo cual solicité una extensión para mi estadía en Estados Unidos, tal como me lo indicó en su oportunidad la funcionaria de migración. 

Jamás pensé en quedarme, en solicitar la extensión para mi estadía, en alejarme por tanto tiempo de mi hijo, novia, padre, trabajo, amistades y demás familiares. Llegó el 02 de Junio 2018, y con él la despedida de mi madre de este plano. Durante todo ese tiempo no hice nada de lo que me había planteado; no estudié nada de inglés, no trabajé, sólo me dediqué a atender a mi madre. Entré en crisis emocional debido al exagerado deterioro de Venezuela, a la decisión de mi novia de emigrar a España, la madre de mi hijo haciendo planes para emigrar con su núcleo familiar (incluyendo mi hijo), problemas en el Bufete de abogados por mi ausencia, la salud de mi padre en riesgo por la partida de su esposa (mi madre), en fin. En ese tiempo estaba físicamente en Estados Unidos pero mi mente estaba en Venezuela, en España, en la oficina. Me preguntaba a diario cómo enderezar todo esto, cómo explicarle a mi hijo mi falta de palabra por no regresar en la fecha en la que él me esperaba. Cómo explicarle a mi novia que las cosas se complican de un día para otro, cómo tirar una relación de 5 años al olvido, cómo disolver una sociedad de años, cómo mantener el control de todo a distancia, cómo empezar de cero. 


Hoy en día me doy cuenta que el tiempo hace su trabajo, que uno cambia unos problemas por otros, que uno jamás pensó en ser un indocumentado pero este País esta lleno de oportunidades. En ninguna otra parte del mundo me van a pagar lo que me pagan aquí. Jamás imagine que la comunidad de Venezolanos aquí en Virginia fuera tan grande, en este Estado hay más de ochocientos cincuenta mil hispanos. Nunca pensé que me adaptaría, cada paso que doy es pensando en la estabilidad de mi familia. Estoy seguro que rescataremos a nuestra Venezuela amada, pero entendí que por ahora no saldrá de abajo con esos políticos (tanto régimen como oposición).


Hoy en mi primer día de Acción de Gracias en este país; agradezco a mi hermana y su familia, a mi hijo, a mi novia, a mi padre, socios, familiares y por su puesto a los Estados Unidos porque me está brindando todas las oportunidades que desde hace veinte años me han quitado paulatinamente en Venezuela. Si bien es cierto que soy indocumentado, nadie me está persiguiendo. Por último, mi mensaje es que uno sólo no puede, las cargas y las felicidades deben compartirse, cada quien debe hacer siempre su mejor esfuerzo, debemos hacer fiel el significado de nuestra palabra, no debemos prestar tanta atención a lo hecho y dicho por los demás y por último jamás debemos suponer nada. Tal como está escrito en el libro "Los cuatro acuerdos" escrito por la Sociedad Tolteca. Agradezco la oportunidad de poder contar mi historia a través de esta iniciativa de Venezuela Abroad. 


Tiempo en el Extranjero: 10 meses.






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